domingo, 28 de marzo de 2010

DECÁLOGO DEL BUEN BORRACHO (QUIÉN SE LLEVÓ LA BOTELLA)




No hay nada peor en la vida de un borracho, que un ratón moral (algunos sucumben continuamente ante el mismo, otros dejan de beber para siempre (y ojo se vuelven moralistas), pero por lo general es la primera tentación la que se impone). Por eso en este breve texto, querido y respetado lector, nuestra muy conocida editorial de libros de autoayuda, te presenta, en manos de uno de sus más duchos en materia de ebriedades y derivados, un texto el cual después de leerlo y reflexionarlo, luego de cualquier borrachera espantosa, no podrá usted sentir ni un ápice de vergüenza ante lo ocurrido en sus noches libérrimas. Quien escribe ha experimentado todas las formas del ratón moral y sus consecuencias, por eso puede usted sentirse en buenas manos y confiarse ante tan lúcidos consejos. Sin más preámbulos le presentamos la gran maravilla del milenio –tan grande como Padre Rico, Padre Pobre, o el mismísimo Quién se Llevó mi Queso y Caldo de Pollo para el Alma-: Quién se llevó la botella.
Las locuras del borracho son muchas y creo que ya Mermelada Bunch las dejó muy claras en su canción Comando Borracho. Por eso acá yo les voy a elucubrar sobre las consecuencias que traen semejantes actuaciones. No serán todas debido a lo corto del plazo para esta lectura, pero sí las más esenciales para entender y no recriminar a nuestros amigos sibaritas.
El proceso ratonil tiene tres fases (entre tantas, pero creo desde mi experiencia que son estas las más importantes y de índole metafísica). A saber:
1.- ¡Verga me gasté la plata de la casa!
2.- ¡Qué hice y qué dije!
3.- ¡No vuelvo a beber más!
(Todas las exclamaciones anteriores van acompañadas siempre de pasadas de manos por la cabeza como queriendo borrar todo. Una mirada alrededor del cuarto con sentimiento de culpa y un gesto negativo y autorecriminante con la cabeza)
Ante tales circunstancias amigo borracho no debes afligirte, ni mucho menos sentirte culpable. Dejó en tus manos entonces el decálogo del perfecto borracho.
A saber:
1.- Si has gastado tu dinero en una noche dionisiaca con tus amigos y has llegado a casa sin un medio, por eso no has de preocuparte ni lamentarte, para eso existen prestamistas que sacan de apuros. Lo único que debes hacer es negarle hasta a la muerte a tu mujer o a quien les rindas cuenta, que te habían pagado la quincena, y que bebiste solamente porque tus compinches fueron generosos. A lo que ella responderá: “Sí y me la creí”. Tú no debes hacer caso y tampoco enredarte en muchas explicaciones, sólo debes salir a buscar a tu usurera y caer en sus redes. Total una buena borrachera siempre es buena para el alma, aunque no muchas veces para el bolsillo.
2.- Si has sentido que en medio del bacanal has dicho y hecho cosas no debidas, o cosas que en tus treces nunca harías y dirías, tampoco te preocupes, ni mucho menos te atormentes hermano, recuerda que todos tenemos nuestro Mr. Hyde muy bien escondido. Si alguien te increpa o dice algo sólo desvía el tema, o diles: “No recuerdo, tú estás inventando”. Y si lo dijiste (porque recuerda que lo borrachos sí tenemos memoria) ten en cuenta que has sido de lo más sincero. Los borrachos siempre decimos la verdad.
3.- Si luego de todas las fases anteriores decides retirarte de la bebida no te recrimino, pero te daré un último consejo (recuerda que un borracho menos, es un pícher que nos deja): “Un borracho es un borracho adonde quiera que vaya, qué si te lo digo yo, que un día después de beber con el Yuca creí haber amanecido convertido en el hombre botella.

2 comentarios:

Ilumina de improviso dijo...

Excelente!, genial cómo tomas el discurso de autoayuda para hablarnos de algo cercano y familiar a todos, con ironía y sencillez. Salud! y saludos desde este puerto de borrachos decadentes. Bar.

Per-versos dijo...

Gracias y salud por los puertos que habitamos.

Abrazos de sur a sur.